Hace siete años, el sistema financiero
mundial parecía al borde del abismo. Durante 16 trimestres consecutivos, salvo
por un leve respiro en 2010, la economía española estuvo en retroceso, el paro
alcanzó niveles dramáticos y el agujero abierto por una enorme deuda privada abrió
otra brecha en las arcas públicas. Se aprecian signos de recuperación que, sin
embargo, indican que podemos estar acercándonos al patrón tradicional de
crecimiento previo a la Gran Recesión: el consumo privado tira de la economía,
que crece cerca del 3% (casi el doble que
la zona euro).
fuente: http://elpais.com/ |
La cuestión es la siguiente:¿qué hemos
aprendido de la crisis? ,aunque personalmente pienso que aún nos queda por
aprender.
Sin duda alguna, la gran lección que nos ha
dejado la crisis es que no es nada bueno el exceso de concentración de la
actividad en un solo sector.Además, si esa concentración se hace financiándola
con deuda es arriesgado. Y que si, además, el sector donde se materializa esa
deuda es bajo en tecnología, es mayor la vulnerabilidad ante vaivenes
exteriores.
Otra gran lección sin duda alguna es que la
inestabilidad financiera no es un episodio aislado, sino algo íntegro del
sistema económico. Y además la gran lección es un escarmiento, porque
probablemente el rasgo más singular de esta crisis es que su epicentro estaba
en el centro, no en la periferia.
También ahora sabemos que a largo plazo no todo sube y que muchos
dogmas tradicionales, como que los pisos nunca bajan y las deudas siempre son
buenas, han desaparecido.En general ,podemos decir que los ciudadanos hemos
aprendido a estar más atentos a la economía.
Como conclusión final,
me atrevo a decir que tampoco ha sido mucho lo que hemos aprendido y que aún
seguimos incrustados en un largo proceso de recuperación que nos hará aprender
algo más y sobre todo nos hará consientes de la importancia de la economía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario