Como bien sabemos por la historia de nuestra nación, el
nacionalismo catalán no es una cuestión que haya surgido en la actualidad
,no obstante, es un tema que tiene sus raíces en la Edad Media, aunque no es hasta finales del siglo XIX cuando
nace en Cataluña una series movimientos
que cuestionan la existencia del estado español como tal. El punto de partida
de los argumentos nacionalistas consiste en afirmar que Cataluña es
nación y que, por consecuencia, tienen derecho al autogobierno.
Todo ello
evolucionó en el tiempo, asentando el movimiento nacionalista a tal límite que
pasado 27 de septiembre se convocó un referéndum con el objetivo de llegar a
conseguir que Cataluña sea un estado propio.
Pero tras todo este caos político hay una altísima cifra económica que
revela verdadero costo de la independencia.
La salida de la Unión Europea:Cataluña se vería
obligada a la creación de una nueva moneda fuera del euro y a salir de la
cobertura del Banco Central Europeo, con lo que las
entidades de crédito con domicilio catalán se verían sin acceso a la liquidez
del sistema bancario europeo. Esto también incluye el acceso de Cataluña a los
Fondos Estructurales y de Inversión Europeos, que desde el 2015 al 2020
ascenderían a 1.461,6 millones de euros. Además, de querer entrar de nuevo en
Europa, tendría que comenzar el proceso desde cero y con la amenaza de que
España puede boicotear el proceso.
Cataluña se vería sometida
a una salida de capitales y empresas sin precedentes. Multitud
de empresas catalanas buscarían la reubicación en territorio español en
un puro ejercicio de supervivencia. Pero además, el capital extranjero, tan
poco dado a aventuras de riesgo que no tengan que ver con lo exclusivamente
económico, saldría del naciente estado más rápido de lo que se tarda en firmar
la declaración de independencia.
Otro tema de atención
estaría ligado al sector turístico catalán.Cataluña se vería fuera del Acuerdo de Schengen, lo que afectaría
a los catalanes y a aquellos turistas que quisieran visitar Cataluña,
dado que la libre circulación se cancelaría. La disminución de turistas a
Cataluña podría suponer una bajada del PIB(aproximadamente del 13%).
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