¿Ha disminuido la desigualdad en el mundo?

Como bien es sabido la desigualdad es un tema actual y muy analizado tanto por revistas especializadas , organismos económicos , periódicos ,programas de TV….

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Al contrario de lo que muchos piensan el problema de la desigualdad no se ha agravado en todas partes. El ascenso económico de China, India y otras naciones emergentes, donde cientos de millones de personas han ascendido a la clase media, ha acarreado una disminución de la desigualdad a nivel mundial. Y no sólo eso, además de disminuir entre países, la desigualdad de ingreso se ha reducido dentro de muchos países, incluyendo casi todos los de América Latina.

 ¿A que se debe entonces la creciente desigualdad? A que la desigualdad se ha incrementado en los países ricos y los países ricos, en particular en EE UU, que tiene una enorme capacidad para exportar preocupaciones y al resto del mundo. Y en EE UU y Europa, a partir de la más reciente crisis económica mundial, el interés por la desigualdad ha crecido como la espuma.

Es un error generalizar en base a lo que ocurre en un grupo de países. Es verdad que en potencias como China, Rusia, Sudáfrica e India también hay un problema de creciente desigualdad. Pero en muchos otros países la tendencia es la contraria. Curiosamente, en ninguna región ha caído tanto como en América Latina. La mejora ha ocurrido en todas partes, bajo gobiernos de izquierda o derecha, en lugares donde la economía ha crecido mucho o poco, y donde el salario mínimo ha aumentado o se ha estancado.

El gasto social explica parte de esta reducción. Muchos países aprovecharon la bonanza económica para implementar políticas fiscales redistributivas más generosas que beneficiaron a millones de pobres. Pero a esto añade otro factor que influyó más: la caída en la desigualdad del ingreso laboral. Por supuesto, este hecho no significa que América Latina, a diferencia de los países ricos, debe dejar de preocuparse por la desigualdad aunque, la desigualdad sea menor hoy que hace quince años América Latina todavía es la región más desigual del mundo.

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Por eso es tan importante que América Latina forje instituciones capaces de fomentar políticas de recaudación tributaria y gasto social más adecuadas y de mayor alcance. Y el objetivo no es agrandar el Estado ni ampliar su abanico de funciones, sino hacerlo cumplir su función básica de ayudar y proteger a los más desafortunados.